miércoles, 21 de octubre de 2009

La dictadura militar. 1973 - 1985

LA DICTADURA MILITAR

Hacia la dictadura
La Historia del Uruguay en el siglo XX entre 1959 y 1985, estuvo caracterizada por la crisis y el estancamiento económico y, en sus años finales (1973-1985), por la caída de las instituciones democráticas y la instalación de una dictadura militar. Las modificaciones de la economía mundial, en especial la formación del Mercado Común Europeo (1957) y la sustitución de la hegemonía británica por la estadounidense en América Latina, dejó a las producciones exportables uruguayas a la deriva. El país, por ejemplo, dependía financieramente de una nación (EEUU.) con una economía competitiva y no complementaria de la suya, mientras su tradicional mercado europeo se cerraba a sus carnes. El estancamiento de la ganadería y el fin del proceso de industrialización, completaron el panorama negativo que se tradujo en una disminución permanente del ingreso. Los diversos sectores sociales, los sindicatos obreros y de empleados públicos, y las gremiales empresariales, lucharon entre sí por la distribución de una riqueza cada día menor en medio de la inflación. Los partidos tradicionales se alternaron en el poder (gobiernos blancos de 1959 a 1967 y colorados de 1967 a 1973) y se fraccionaron. En el marco de un incremento de la presencia norteamericana en este región, el deterioro de las condiciones económicas y sociales de la población y de la imposición autoritaria de medidas de gobierno, se acelera un proceso de radicalización de las organizaciones sociales vinculadas con los trabajadores y de las organizaciones políticas de izquierda. En 1965 culmina el proceso de unificación del movimiento obrero formándose la C.N.T. También en la década del ’60 surge el M.L.N. – tupamaros utilizando nuevos mecanismos de lucha política. El gobierno de Jorge Pacheco Areco(1967-1972) funcionó ya dentro de esquemas autoritarios pues decretó la suspensión de las garantías individuales casi durante todo su mandato, generando masivas protestas callejeras a la vez que el gobierno respondía con represión, que llegó a los extremos del asesinato por parte de la policía de los primeros estudiantes (Líber Arce, Susana Pintos, Hugo de los Santos). En este contexto, y ante las elecciones de 1971 la izquierda se unificó y surgió así el Frente Amplio. La polarización de la lucha política, no se dio sólo en Uruguay. El momento de crisis y conflictos circundaba por toda América Latina. E.E.U.U. impulsó un mayor acercamiento con los sectores más conservadores y con los ejércitos de ésta región para poder mantener a América Latina bajo su control político y económico. El proceso de deterioro de las instituciones democráticas culminó con el Golpe de Estado que las Fuerzas Armadas protagonizaron el 27 de junio de 1973, disolviendo las cámaras legislativas y asumiendo, bajo la cobertura del presidente civil Juan María Bordaberry, (1972-1976), la totalidad del poder público hasta febrero de 1985.
El golpe de estado

“El 27 de junio de 1973 el presidente Juan María Bordaberry – un estanciero, político sin prestigio personal ni popular y ex dirigente de la Liga Federal de Acción Ruralista- disuelve el Parlamento por decreto.
(...) En 1972 las Fuerzas Armadas y la Policía torturan en todo el país. Cientos de hombres y mujeres, están presos en los cuarteles y algunos han muerto en la tortura, El 14 de abril el Parlamento, con el voto de los legisladores blancos y colorados, aprueba el estado de guerra interno que supone la suspensión de las garantías individuales, allanamientos sin orden judicial, interrogatorios sin plazos, supresión del recurso de habeas hábeas y la intervención de la justicia militar en delitos políticos. A partir de ese momento se acelera la marcha inevitable hacia el hundimiento institucional. (...)
El 13 de febrero el Presidente se traslada a la base de Boiso Lanza, acepta todas las exigencias militares y pacta con ellos la participación en el gobierno. A partir de ese momento el poder real pasa a las Fuerzas Armadas. El desenlace ocurre cuando el Poder Ejecutivo pide el desafuero del senador frenteamplista Enrique Erro a quien acusa de actuar en complicidad con el MLN Tupamaros. El Parlamento, en último gesto de resistencia, se niega a aceptar la imposición.
La madrugada del 27 de junio de 1973 Bordaberry decreta la disolución de la Cámaras, crea un Consejo de Estado y prohíbe atribuir propósitos dictatoriales a la dictadura. Dos generales y un coronel comandan los tanques de guerra y las tropas que ocupan un Palacio Legislativo vacío, donde la noche anterior tuvo lugar la última sesión del Senado.
La CNT llama a una Huelga General que paraliza al país durante 15 días.
El 9 de julio tiene lugar la última concentración multitudinaria de repudio al régimen: ‘A las cinco de la tarde, en 18, entre la Libertad y la Independencia’. Después vendrá el silencio.
Él nuevo régimen encarcela a miles de personas y la represión es tan masiva que obliga a habilitar nuevos sitios de reclusión.” (Martínez, Virginia – Tiempos de dictadura. Ed. Banda Oriental. p. 13, 14, 15)

La Doctrina de la Seguridad Nacional

La Doctrina de la Seguridad Nacional fue el sustento ideológico de las dictaduras en América Latina y en Uruguay.
“La doctrina de la Seguridad Nacional, acabada elaboración del Estado Mayor Conjunto Militar de los EE.UU. es el fundamento -...- de los Estados militares (...) que han desembocado en la constitución de los Estado Terroristas.
En ellos, el énfasis de su discurso ideológico está puesto en la defensa de la seguridad de la nación, supuestamente amenazada por la ‘agresión permanente al servicio de una superpotencia extracontinental e imperialista’, en palabras de Augusto Pinochet (...) La preocupación, prioritaria y determinante, que orienta la acción del Estado, es, en consecuencia, la lucha frontal contra las actividades de todas las organizaciones sociales, sindicales, políticas y, por supuesto, armadas, cuyos postulados o actividades conlleven, de alguna manera, propuestas alternativas o diferentes de lo que se caracteriza ‘el modo de vida occidental y cristiano”. (Duhalde, Eduardo Luis – El Estado Terrorista Argentino. Ed. Eudeba. p.220, 221)
En definitiva, la doctrina de la Seguridad Nacional, implicaba una concepción del mundo bipolar (EE.UU. – capitalismo/ U.R.S.S. – socialismo), en donde las Fuerzas Armadas latinoamericanas identificaban el orden del imperialismo norteamericano con los intereses nacionales. Convirtiéndose entonces, los ejércitos latinoamericanos en el brazo ejecutor de dichos intereses.

El Plan Cóndor

El Plan Cóndor, fue el plan llevado adelante por las dictaduras sudamericanas en la década del ´70 (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay) con el fin de coordinar las acciones represivas entre los Estados Terroristas contra la oposición política a las dictaduras esta región. Este plan significó la acción conjunta de militares y policías borrando las fronteras nacionales, haciendo más efectiva, así, los secuestros, asesinatos y torturas. Un ejemplo de acción enmarcada en este Plan fue el del secuestro y desaparición en Buenos Aires del senador uruguayo Zelmar Michelini y el diputado uruguayo Héctor Gutierrez Ruiz, en 1976.

La Dictadura

“A mi esposo lo vinieron a buscar a las cuatro de la mañana. Estábamos durmiendo y nos despertaron los golpes, impresionantes en la puerta, parecía que se estaba por derrumbar. Él se levantó enseguida –yo pensé que podía tratarse de un accidente-, inmediatamente que abre la puerta aparecen, por todos lados, soldados con metralletas. Le pregunté qué estaba pasando, é quiso tranquilizarme: ‘no te asustes,, son soldados”. Había también soldados con metralletas afuera de la casa, parecía un infierno aquello, corren por todos lados. Vladimir, en cuanto entraron, su puso a llorar. Revisaron más que nada la pieza del bebé, revolvieron toda la ropa de mi hijito; por suerte él tan chiquito, no se dio cuenta de nada. A mi esposo enseguida le pusieron las esposas y después una capucha. Él seguía gritando y llorando. En el último momento que lo ví, cuando pide para despedirse de mí, lo tenían sujetado entre dos: uno con una metralleta y el otro con una pistola. Él gritaba ‘¡No, otra vez no, otra vez a lo mismo no, no!’ Como no me pudo abrazar, por las esposas, yo lo abracé antes que se lo llevaron ... los dos nos pusimos a llorar ...” (Testimonio de Maria, esposa de Vladimir Roslik, muerto en la tortura en 1984, extraído del libro de Alberto Silva, “para muestra basta un botón”, p. 57)

Además de la violación a los más básicos Derechos Humanos, la dictadura militar en Uruguay significó también el cercenamiento de las libertades individuales (expresión del pensamiento, reunión, asociación y de prensa), la censura a todo tipo de actividades culturales y la reducción del salario real para los trabajadores. Los 12 años de la dictadura militar estuvieron signados por la represión de todas las fuerzas políticas, particularmente dura con las de izquierda, por el encarcelamiento de todos los dirigentes sindicales y la prohibición de la actividad gremial a obreros y empleados, y por la expulsión de los funcionarios públicos, especialmente los docentes, sospechosos de cualquier inclinación izquierdista. Desde el punto de vista económico, el gobierno militar, asesorado por técnicos de ideas neoliberales, procedió a cierta apertura de la economía al exterior, procurando atraer al capital extranjero y limitar la intervención del Estado.
El 30 de noviembre de 1980 en un plebiscito con el que los militares buscaban legitimar el régimen dictatorial, "el NO" a esta “propuesta” recogió el 57,2% del total de sufragios, y eso en medio de una censura militar casi completa de los medios de comunicación. La crisis financiera y económica de 1982, que aceleró la inflación y sobre todo la desocupación, y la resistencia social, que también condujeron a la reorganización del movimiento sindical, llevaron a los militares a ceder el poder a la sociedad civil, aunque con limitaciones, de las que dio cuenta el llamado Pacto del Club Naval concluído el 3 de agosto de 1984. En noviembre de 1984 se realizaron elecciones generales cerrando así, este período de la Historia uruguaya.

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